martes, 15 de diciembre de 2009

La primera frase de cinco libros

El juego del pensar, Tobies Grimaltos.
Marta, mi hija, sabía desde hacía tiempo que yo era profesor de filosofía.

En la cima del mundo, Hans Ruesch.
Cuando al despertarse Ernenek levantaba la cabeza del saco de pieles, su primer pensamiento era habitualmente para el montón de pescado y carne puesto a pudrir cerca de la lámpara de aceite para que se hiciera tierna y gustosa.

La ciudad de las Bestias, Isabel Allende.
Alexander Cold despertó al amanecer sobresaltado por una pesadilla.

Frontera, Jordi Sierra i Fabra.
Había algo en los domingos que no le gustaba.

Como agua para chocolate, Laura Esquivel.
La cebolla tiene que estar finamente picada.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Elección de uno de los tres artículos

Comenzaré hablando brevemente del artículo de Antonio Gala que, sinceramente, es el que menos me ha gustado. He estado leyendo varios artículos de él y en casi todos su implicación es escasa, es decir, cuenta las cosas pero sin opinar mucho sobre ellas, en comparación con los dos autores de los artículos que mencionaré a continuación. Una cosa que me ha llamado mucho la atención de todos los artículos de dicho personaje público es que el primer sintagma lo escribe siempre en mayúscula, supongo que como toque personal. En el artículo concreto al que me debo referir, habla principalmente de la agricultura, tema que no me atrae, ahora mismo, para nada; seguramente, es por ello por lo que no lo he escogido como el artículo más interesante para mí de los tres propuestos.

En contraposición a Antonio Gala, se encuentra Arturo Pérez Reverte que, según los artículos que he estado leyendo de él, deja constancia, de forma contundente, de su opinión sobre el tema del que trate; sin embargo, una cosa que no me gusta de él son las palabras malsonantes que utiliza en los artículos que escribe, pienso que no son absolutamente necesarias utilizarlas para llamar la atención del público, si es que es por eso por lo que las utiliza. Su artículo sobre José Luis Márquez, el cámara de televisión más valiente que él conoció, puede resultar muy atrayente para la mayoría de la población debido a que utiliza un lenguaje fresco y directo, por lo que su lectura se hace amena y rápida. Debido a esas palabras malsonantes que ha utilizado, ha sido una de las razones por las que no me he decantado por dicho artículo, ya que yo, como futura maestra, no soy partidaria de la utilización de dichas palabras, aunque cada uno es libre de hablar y escribir como quiera.

Por consiguiente, el artículo que más me ha gustado es el de Domi del Postigo porque habla de un tema que nos concierne a casi todos, la poca hospitalidad por parte de la sociedad. Vivimos en un mundo lleno de prejuicios, en donde nos dejamos influenciar por las apariencias de las personas. En este artículo también se hace mención a cómo se encuentra hoy en día la sanidad. Lo que más me gusta de este artículo es que va dedicado a alguien, su hermano, que ha realizado un gesto solidario que, quizás, muchos no serían capaces de hacer. Para concluir quisiera decir que al igual que Domi del Postigo hace halagos a su hermano, Arturo Pérez Reverte también se los ha hecho, a su manera, a ese cámara jubilado.

Para aquellos lectores que no hayan leído los tres artículos mencionados anteriormente, los pueden leer en las siguientes direcciones:

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Artículo de opinión

Porque todos podemos ser víctimas…

«Buenos días, soy la madre de Diego Salvá. Desde el 30 de julio ostento un título que me gustaría mantener mucho, mucho tiempo. Soy la madre de la última persona asesinada por ETA». Estas fueron las palabras de Montse Lezaun en el III Acto Institucional de Homenaje y Reconocimiento a las Víctimas del Terrorismo, la madre de uno de los dos guardias civiles asesinados por ETA. Recuerdo que un primo mío juró bandera con uno de esos dos guardias civiles; él podría haber sido víctima de esos etarras, pero por suerte no lo fue. Sin embargo, ese muchacho fue con ilusión a Mallorca y allí toda su ilusión se quedó.

ETA es una organización terrorista que utiliza la lucha armada como técnica para alcanzar sus objetivos. Comenzó durante la dictadura franquista, siendo considerada una organización opuesta al régimen. En este periodo, asesinó a Luís Carrero Blanco y Franco, al enterarse, lo primero que dijo fue: «no hay mal que por bien no venga», duro pero cierto.

El primer asesinato que yo recuerdo cometido por ETA fue el de Miguel Ángel Blanco, que creó un gran revuelo en la sociedad para lograr su liberación con la famosa canción «Libertad» de Jarcha y las manos blancas, en recuerdo a Francisco Tomas y Valiente; aunque desgraciadamente no fue conseguida. En ese momento, yo no entendía por qué actuaban así, los mayores de mi entorno me decían que estas personas querían conseguir independizarse de España y Francia y que por ello es por lo que cometían estos actos bélicos; yo siempre pensaba que no podía ser muy complicado concederles la independencia, suponía que casi todo el mundo de los que allí vivían querían independizarse, pero no era así; actualmente, la mayoría de los vascos están en contra de ellos (un 64%).

Hubo un tiempo en el que existió dos tipos de políticas antiterroristas: por un lado, los partidarios de poner medidas judiciales y policiales contra ETA; y por otro lado, los que proponían la negociación política con ellos. Hoy en día, tras muchos asesinatos prioritariamente de militares, políticos y civiles, todos los partidos están de acuerdo en que no se permitirá ningún tipo de negociación con ETA; y menos aún después de la «exitosa negociación» que hemos tenido con los piratas del Alackrana, que tan poquito nos ha supuesto.

Aunque tarde o temprano a todos nos toca el fin, no tienen por qué ser unos asesinos los que quiten la vida sin ningún tipo de miramiento, como si ellos tuvieran poder para hacerlo; todos podemos ser víctimas de ETA, pero el porqué nunca lo vamos a comprender. Y lo peor aún, esas personas tienen hijos que tomarán las riendas al igual que las tomaron ellos de sus padres.

Son personas que tienen la sangre tan fría como para matar y no arrepentirse nunca; mirando a la cara a las familias de las víctimas como si no hubieran hecho nada y riéndose en el juicio como si de un juego se tratase.

Este artículo va dirigido, por un lado, a todas las victimas que han sido asesinadas por ETA, a todas aquellas personas que han sufrido violencia de género y no han podido hacer nada ni en su último día de vida, a aquellos que han tenido un accidente de coche por culpa de otros, a todos los que emprendieron un viaje en avión pero nunca llegaron a su destino…, y a todas las familias que se han quedado aquí con impotencia de no poder haber hecho nada para salvar la vida de alguien a quien apreciaban; y por otro lado, a ti como lector por haberte tomado un tiempo para leerlo.