La historia de esta novela gira en torno a Marina Mun, una pianista malagueña que siempre va acompañada de su fiel perro Pancho; y Erich Kennen, un oficial alemán nazi, que está obsesionado por ella; dicha obsesión le ayudará a relacionar unos manuscritos que llegaron a las manos de él desde Clos-Lucé.
Un buen día, el oficial alemán Erich Kennen se cruzó con Marina por la calle, esto le provocó una terrible obsesión por ella, hasta el punto de pedirle a su secretario personal, Françoise, que investigase sobre la joven. El secretario se enteró que iba a dar un concierto y consiguió una entrada para el oficial.
Tras el concierto, la protagonista asistió a una de las muchas fiestas de su amiga Deray, en esa fiesta Kennen intentó llamar la atención de la chica pero no lo consiguió. Al día siguiente, la señorita Mun se dirigió a su casa, allí se encontró con Kennen que abusó de ella. Marina intentó huir pero se cayó y quedó inconsciente. Cuando abrió los ojos, se encontró en una habitación desconocida; era la mansión de Erich.
Después de muchísimas escapadas por parte de la protagonista, ella comenzó a coger un poco de confianza en él. Marina estuvo ayudando al oficial a relacionar unos manuscritos, con los que se obtenía el secreto de la vida eterna, que le dieron a él y que estaban siendo traducidos por unos especialistas.
Un día, mientras que ambos estuvieron leyendo las traducciones, apareció Françoise y le dio una carta al alemán; tras leerla, Erich le explicó a la joven que debían marcharse porque él estaba haciéndose pasar por Erwin Rommel, Comandante del Cuerpo de Guardia de Hitler, y le habían acusado de traición a Adolf Hitler; el alemán quedó con su secretario en el lugar que siempre habían planeado para estos casos. Sin embargo, Kennen y Mun no pudieron llegar a dicho lugar y juntos se tuvieron que ir escondiendo de los alemanes en París.
Erich, tras leer todas las traducciones de los manuscritos, llegó a la conclusión que Marina era Lilith, una mujer de la que se hablaba en todos los documentos y que se trataba de la muerte, porque, según él, con la música ella reordenaba la energía de la vida y de la muerte. Desgraciadamente, Erich enfermó y murió en brazos de Marina. Debido a este suceso, ella se dio cuenta de que lo que decía él era verdad.
Al final de la novela, Marina se encuentra en Málaga y sueña consigo misma, la muerte; cuando se despertó, comprendió que ese había sido el último sueño de su vida.
